Qué sensación bella se produce cuando el humor capta la esencia de algo, lo que sea, y ese algo queda hermosa y ridículamente expuesto.
Señoras y señores, por lo pronto, eso parece ser Twitter: el recipiente de nuestra repentización inconsciente, pero pública.
Nuestras opiniones “en su estado más puro”.
Vía: @userlau